NO NOS CORRESPONDE A NOSOTROS JUZGAR, LOS HOMBRES PODEMOS EQUIVOCARNOS PERO NUESTRA FE ESTA PUESTA EN EL PADRE, EL HIJO Y EL ESPÍRITU SANTO...HOY ES TIEMPO DE CARIDAD Y MISERICORDIA...

domingo, 28 de marzo de 2010

REFLEXIÓN

Queridos Hermanos(as) en la Fe:

Hoy estamos viviendo momentos muy duros y especialmente tristes para quienes formamos parte de la comunidad de la Parroquia de Nuestra Señora de Lourdes en la ciudad de Limache; tal vez, esta problemática nos ha sido dada específicamente cuando ya casi termina el tiempo de Cuaresma, para que sintamos algo similar a la angustia que sufrieron quienes acompañaron en los momentos más difíciles de la vida terrena a nuestro Padre Dios hecho hombre.

Sin lugar a dudas, algunos pueden decir que la situación no es ni remotamente comparable, y es verdad; sin embargo, ¿quién puede saber cómo se sintieron los que "sin poder hacer nada" tuvieron que presenciar los azotes y escupitajos que le propinaron a Jesucristo en su camino hacia el calvario?.

Si aquellos entonces, no pudieron hacer nada, ¡hoy nosotros Sí podemos hacerlo!: en primer lugar, aplicando nuestra caridad cristiana para no juzgar ni condenar especialmente en nuestro corazón, a quien pudiera ser verdaderamente inocente; no sumándonos a las malas vibras, ni dando pié para que se haga leña del árbol caído mediante habladurías o comentarios sin fundamento; recordando también, que el Señor nos dijo que "quien esté libre de pecado, que lance la primera piedra"; y principalmente a través de la oración, para pedir que la fuerza del Espíritu Santo ilumine la mente y el corazón de nuestro Párroco, el Padre Juan Henríquez Zapata, y le de la sabiduría y la templanza necesarias, para afrontar con dignidad y entereza este trago de amargura que le ha tocado vivir.

Además, no debemos olvidar que la Iglesia la formamos las personas, todos con virtudes y también muchos defectos; entonces, no podemos permitir que esta situación desagradable nos haga escapar despavoridos sin preocuparnos especialmente del hermano que ha caído, que en este caso resulta ser nuestro propio pastor.

Es por eso que ahora debemos mantenernos más unidos que nunca, para que la Iglesia que nosotros mismos conformamos, no se pierda en las tinieblas de la incertidumbre o se hunda en el pantano del temor.

¡Fuerza para todos y mucha caridad del corazón!, para orar juntos y pedir a Dios que nos infunda su fortaleza y nos regale su misericordia.

¡Un abrazo para todos!

Ricardo Antonio Robles Melo
Agente Pastoral

1 comentario:

Unknown dijo...

Buenìsima la reflexiòn del Agente Pastoral Sr. Robles, donde nos invita a que seamos atinados y solidarios con lo acontecido con el Padre Juan. Como cistianos no tenemos derecho de juzgar a nadie, ni tampoco hacer comentarios mal intencionados, que lo ùnico que se logra es desprestigiar a la persona.
Debemos pedir al Señor por nuestro Pastor, para que Êl lo ilumine y le de la tranquilidad necesaria que sòlo Èl sabe dar.

Miroslava